
Esta estructura contenía el motor que movía las hélices
que impulsaban el dirigible alemán Zeppelin.

El museo Zeppelin,a orillas
del lago Constanza,en
Friedrichshafen (Alemania). |
El Museo
Zeppelin de
Friedrichshafen,
en Alemania
A orillas del turístico e
internacional Lago Constanza
se encuentra este
museo, que contiene la
historia y la tecnología del
mítico dirigible que diseñó y fabricó el
conde Ferdinand Graf von Zeppelin.
Pocas tecnologías del
transporte han gozado
de una connotación tan
romántica como el Zeppelin,
el dirigible alemán que
dominaba los aires en los
años 30 del pasado siglo.
La ciudad de Friedrichshafen,
en el norte del Lago
Constanza, un fascinante
destino que baña cuatro
países, Alemania, Austria,
Suiza y Liechtenstein, fue
el centro de este innovador
y desaprovechado sistema
de transporte que cayó en
el olvido tras el desgraciado
accidente que sufrió el
Hindenburg, capaz de desplazar
112 toneladas, cuando
atracaba en New Jersey,
en EE UU, en 1937, relleno
de hidrógeno.
El Museo Zeppelin, reconocido
en 1998 como el
mejor museo de Europa,
ocupa 4.000 m² y contiene
el mayor depósito de objetos
de la historia del vuelo y la
tecnología del dirigible. Uno
de sus mayores atractivos es
la reconstrucción de 33 metros
del desgraciado LZ 129
Hindenburg, por la cual se
puede incluso caminar, aunque
resulta difícil imaginar
cómo pudo ser en origen este
monstruo de 245 metros
de longitud (30 menos que
el Titanic) y 200.000 m³ de
volumen, el mayor vehículo
aéreo que se haya construido
nunca.
El visitante podrá conocer
en su recorrido por las distintas
salas del museo quiénes
fueron los precursores
de este sistema de transporte,
así como los distintos
tipos de construcción y motores,
sus principios físicos
y aerodinámica, su uso civil
y militar, además de otras
curiosidades sobre el despegue
y aterrizaje de estos
colosos. Cuesta 6,50 € la tarifa
normal, y 3 € la reducida
y la de niños. Posibilidad de
visitas guiadas en español.
Tel. 07541 3801-33.
www.zeppelin-museum.de.
En la zona
Otro museo dedicado al
Zeppelin con el que completar
la visita se encuentra en
Meersburg, 30 kilómetros
al oeste de Friedrichshafen,
con restos originales, como
equipos de navegación,
radios, válvulas de presión
o altímetros, de zepelines
legendarios. El precio de la
entrada es de 3 y 2 €.
www.zeppelinmuseum.com.
A pocos kilómetros al
oeste se pueden visitar
también los palafitos de
Unteruhldingen, recreaciones
de las viviendas
del neolítico y la edad del
bronce que se levantaron
en plataformas sobre las
aguas del lago Constanza.
Cada año recibe 290.000
visitantes. Precios hasta
6,50 €, que es la tarifa normal.
www.pfahlbauten.de.
Además de visitar la inevitable
y deslumbrante
ciudad de Constanza, el
viajero puede darse un garbeo
aristocrático y botánico
por uno de los parques más
bellos de Europa, Mainau,
la isla de las flores. Cuesta
6 € la tarifa normal.
www.mainau.de.
Evildave
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