Querido esposo:
Te escribo esta carta para decirte que he decidido dejarte, por el bien de los dos.
He sido una buena mujer para ti estos siete años, y sin embargo no puedo decir nada bueno que me haya tocado a mí.
Estas dos últimas semanas han sido un infierno: Hoy, tu jefe me llamó para decirme que habías renunciado al trabajo y eso fue lo último que pude soportar.
La semana pasada, viniste a casa y no mencionaste nada acerca de mi corte de pelo, ni del arreglo de mis uñas; cociné tu comida favorita y hasta estrené un nuevo camisón, pero tu, llegaste a casa, comiste en dos minutos y te fuiste directo a la cama después de ver el partido de fútbol.
Ya nunca me dices que me amas y ni tan siquiera me acaricias.
O me estás engañando con otra o ya no me quieres.
De cualquier manera, me quiero ir y te abandono.

P.D. No trates de buscarme. Tu hermano y yo nos mudamos a Baracaldo juntos.
Que te vaya bien

Tu Ex-esposa.


Esto no termino aca, sino donde esta el chiste?
Termina de leer lo que el tipo contesto, y sabe como termino todo, haciendo clic aca o en Leer mas.

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Hasta pronto…

Hace 2 años, mis hijos y yo hicimos un crucero en el Mediterráneo a bordo de un trasatlántico, el Princesa.
Durante la cena, vimos a una señora mayor sentada sola en una mesa del comedor.
Vi que los empleados, oficiales, camareros… parecían conocer bien a esta señora.
Pregunté pues a nuestro camarero quien era esta señora. Esperando me dijese que era la propietaria de la compañía, pero todo lo que me dijo es que ha estado a bordo en los cuatro últimos cruceros.
Una noche, saliendo del comedor, nos paramos en su mesa para saludarla. Estuvimos conversando y dije: “Parece ser que ha participado Ud. en los últimos cuatro cruceros a bordo de este barco”
Ella me contesta: “Sí es verdad”
Le digo: “No comprendo.”
Ella me contesta: “Es menos caro que una residencia!”…
Esta afirmación me hizo reflexionar y cogí mi calculadora:
El coste medio de una residencia para personas mayores es de 80 € por día.
El precio de las reservas en el Princesa tomadas con tiempo y con la reducción para jubilados es de 54 € por día. Esto me deja 26 € por día que puedo emplear así:

1. Las propinas que no subirán más de 10 € por día.
2. Podré tomar hasta 10 comidas por día si quiero comer en el restaurante, o utilizar el servicio de camarote, lo cual quiere decir que podré tomar el desayuno en la cama todos los días.
3. El barco de crucero Princesa tiene tres piscinas, una sala de musculación, una lavandería, gratis y espectáculos todas las noches.
4. Te dan pasta de dientes, maquinilla de afeitar, jabón, shampoo… gratis.
5. Te tratarán como un cliente y no como un número. Un suplemento de 5 € en propinas pondrá todo el equipaje a tus pies.
6. Voy a encontrar nuevas personas cada 7 o cada 14 días.
7. ¿Tele no funciona? ¿Hay que cambiar una bombilla? ¿Cambiar el colchón? Ningún problema, se lo van a reparar todo y hasta le presentaran excusas por la molestia.
8. Sábanas y servilletas limpias todos los días sin que tenga Ud. que pedirlo!
9. Si se cae y se rompe el cuello del fémur, en una residencia dependerá de la seguridad social. Si el mismo accidente le ocurre en el Princesa le darán una mejor cabina para el resto de su vida.

Y ahora lo mejor!
Quiere Ud. Ver América del sur, el canal de Panamá, Tahití, Australia, Nueva Zelanda, El Asia… O no importa que otro destino?
Princesa tendrá siempre un barco listo para ir, así pues no me busque en una Residencia para Mayores, búsqueme en el Princesa.
PD: No olvide que cuando muera, le tirarán por encima de la borda, y sin ningún gasto!!!

Me diagnosticaron SADAE (Síndrome de Atención Deficiente Activado por la Edad).

A mí se me manifestó así:

Decido lavar el auto. Al ir al garaje, veo que hay correo en la mesa de la entrada. Decido revisar las cartas antes de lavar el auto. Dejo las llaves del auto en la mesa, voy a tirar los sobres vacíos y las propagandas en la basura, y me doy cuenta de que el tarro de la basura está lleno.

Decido dejar las cartas -entre las que hay una factura de Internet- en la mesita y sacar la bolsa de basura afuera. Entonces pienso que, ya que voy afuera, puedo pagar la factura con un cheque y dárselo a la Sra. que cobra que vive en la misma cuadra a dos casas de mi puerta.

Saco del bolsillo la chequera y veo que queda solo uno. Decido ir adentro a buscar otra chequera y encuentro sobre la mesa de mi cuarto la Coca-Cola que me estaba tomando y se me había quedado olvidada. Saco la lata para que no se vuelque y me doy cuenta que se está calentando, por lo que decido llevarla a la nevera. Al ir hacia la cocina me fijo en que a las matas del jardín interno les falta agua.

Dejo la Coca-Cola sobre la mesa de la cocina y aleluya encontré los lentes que estuve buscando toda la mañana.
Decido llevarlos a mi mesa de noche, y después poner agua a las matas. Lleno una jarra de agua en la cocina y, de repente, veo el control remoto del televisor. A alguien se le olvidó en la mesa de la cocina. (Me acuerdo que anoche estuvimos buscándolo como locos). Decido llevarlo al cuarto, donde deben estar, en cuanto ponga el agua a las matas.

Echo un poquito de agua a las matas y la mayor parte se derrama por el suelo. Por tanto, vuelvo a la cocina, dejo el control remoto sobre la mesa, y agarro unos trapos para secar el agua. Voy hacia el cuarto tratando de acordarme qué es lo que quería hacer con estos trapos.

Al final de la tarde:

-El auto sigue sin lavar
-No pagué la factura
-El tarro de la basura está lleno
-Hay una lata caliente de Coca Cola en la mesa de la cocina
-Las matas siguen sin agua
-Sigue habiendo un solo cheque en la chequera
-No consigo encontrar el control remoto de la tele,
-Ni mis lentes
-¡Y no tengo ni idea de dónde están las llaves del auto!

Me quedo pensando: ¿Cómo puede ser, que sin haber hecho nada en toda la tarde, esté tan cansado?

Ahora, perdónenme si ya había contado esto; porque no me acuerdo bien si lo puse ya o no…