Los 3 castigos chinosUn tipo llega a una posada y le pregunta al administrador, un anciano chino de 120 años de edad, recién llegado de Pekín, que si tenía un cuarto para pasar la noche ya que se encontraba perdido. >Éste le responde que sólo tenía un cuarto en el tercer piso junto al cuarto de su nietecita y se lo ofreció, no sin antes advertirle que si le pasaba algo a su nieta le aplicaría los tres castigos chinos. >El tipo le aseguró que no iba a pasar nada y aceptó el cuarto. A la hora de la cena baja por la escalera una dulce chinita de unos 20 años de edad, muy linda y sensual. Durante toda la cena la chinita no dejaba de mirarlo y el hombre no podía dejar de pensar en lo que le había dicho el anciano. En la noche la tentación fue demasiado grande para el tipo y pasó mucho pero mucho tiempo con la chinita. Cansado vuelve a su cuarto a descansar y se duerme. >A la mañana siguiente amanece con una roca inmensa encima de su cuerpo con un papel que decía: "PRIMER CASTIGO CHINO: roca de 50 kilos encima del cuerpo". El tipo piensa que si eso era lo peor que podía hacer el pobre anciano no iba a haber mayor problema. Se levanta, carga la roca y la tira por la ventana. Al tirar la roca por la ventana ve otro papel en el marco de la ventana que decía: "SEGUNDO CASTIGO CHINO: roca amarrada a huevo derecho". El tipo al ver que la cuerda ya estaba llegando al punto en que se estirara no lo piensa dos veces y se tira por la ventana, mejor un par de huesos rotos que un huevo menos. Cuando va cayendo por el segundo piso lee un gran cartel en el piso que decía: "TERCER CASTIGO CHINO: huevo izquierdo amarrado a la pata de la cama". |