Un excelente chiste, historia o relato de una madre de Lepe, que envia una
carta a su dulce
y amado hijo.
Teneis un cachito aqui, y el resto en leer mas.
No os lo perdais, es una lista de tonterias una tras otra.
Para partirse de risa.
Subject: RV: CARTA DE UNA MADRE DE LEPE A SU HIJO Date: Fri, 11 Nov 2004
13:03:45 +0100
Mensaje
Asunto: CARTA DE UNA MADRE DE LEPE A SU HIJO
CARTA DE UNA MADRE
Querido hijo:
Te escribo estas letras para que sepas que estoy viva.
Estoy escribiéndote despacio porque sé que tú no eres muy
rápido leyendo
Si recibes esta carta es que te llegó; si no, me lo dices y te la mando
otra vez.
El tiempo por aquí no está mal: la semana pasada sólo
llovió dos veces; la
primera estuvo lloviendo tres días, y la segunda cuatro.
Ya te mandé la chaqueta, pero te digo que tu tío Pepe dijo que
si la
mandábamos con botones pesaría mucho, y el envío sería
muy caro, así
que se los quitamos y se los metimos en el bolsillo de dentro.
Por fin, ya pudimos enterrar a tu abuelo; lo encontramos cuando lo de la
mudanza; estaba metido en el armario desde aquel día que nos ganó
jugando al escondite.
Pulsar aqui para seguir leyendo.
Te cuento que el otro día explotó la cocina de gas y tu padre
y yo
salimos disparados por el aire y caímos fuera de la casa.
¡Qué emoción!
Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos de casa.
Vino el médico y me puso un tubo de cristal en la boca y me dijo que
no
podía hablar en diez minutos. Tu padre quería comprarle el tubo.
Perdona la mala letra y las faltas de ortografía; es que yo me canso
de
escribirte y ahora le estoy dictando a tu padre y ya sabes lo burro que es.
Y hablando de tu padre, ¡qué orgulloso está! Te cuento
que ahora tiene
un buen trabajo, tiene 500 personas por debajo de él; es el encargado
de
segar el cementerio.
El otro día leyó en el periódico que, según las
encuestas, la mayoría de
los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos mudamos
más
lejos.
No vas a reconocer la casa; el sitio es muy guapo y hasta tengo
lavadora, aunque no estoy segura de que funcione.
Ayer metí la ropa, tiré de la cadena y desde ese momento no la
volví a ver.
Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, parió. Como todavía
no
sé de qué sexo es, no puedo decirte si eres tío o tía.
Si es niña van a llamarla como yo.
Ella, a tu hermana la llamará mamá.
La otra hermana, Pilar, está embarazada de cinco meses.
Tu padre le preguntó si estaba segura de que era de ella.
Y, por último, tu hermano Juanchu sigue tan despistado como siempre;
el
otro día cerró el coche, dejó las llaves dentro y tuvo
que ir 3 km para
allá y 3 km para acá, a casa, a por el duplicado, para poder sacarnos
a tu
padre y a mí de dentro del coche.
Tu primo Paco se casó y pasa toda la noche rezándole a la mujer
porque
le dijeron que era virgen.
A quien nunca más vimos por aquí es al tío Carlones, el
que murió el año
pasado.
Ahora el que nos tiene preocupados es tu perro, el Puski; está empeñado
en correr detrás de los coches que están parados.
¿Recuerdas a tu amigo Antón? Ya no está en este mundo.
Su padre murió
hace dos meses y como había pedido ser enterrado en el lago, el pobre
Antón
murió cavando la poza en el fondo.
Bueno, hijo, no te pongo dirección de la carta porque no la sé.
La gente que vivió aquí antes, se llevó los números
para no tener que cambiar de
domicilio.
Si ves a doña Remedios, salúdala de mi parte; si no la ves, no
le digas
nada.
Un abrazo.
Te quiere. Tu madre
P.D. Iba a mandarte 100 euros pero ya cerré el sobre.
Mª Assumpta.
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